En los últimos años se ha visto el surgimiento de modas diferentes en el ámbito juvenil. Desde el vestuario, pasando por el lenguaje y los gustos musicales, hasta llegar a lo que muchos consideran es un extremo: el uso de tatuajes y piercing. Para muchos, este no es más que otro escalón en el descenso vertiginoso de los jóvenes de hoy hacia la rebeldía y el abuso de sí mismos. Otros afirman con seguridad que es una manera de expresarse y de sentirse bien con sus propios cuerpos. ¿Cuál es la verdad? ¿Estamos en presencia de un movimiento que mutila el cuerpo que Dios creó o simplemente ante una expresión nueva de adorno y estética? ¿Qué dice la Palabra de Dios? ¿Qué opinan los que lo usan? Estas y otras preguntas, buscarán su respuesta en el presente estudio.
1. Historia y fascinación actual
Los tatuajes existen desde hace miles de años y han cumplido distintas funciones según la época o la cultura:
• El tatuaje egipcio estaba relacionado con el lado erótico, emocional y sensual de la vida.
• También se usaba en la antigüedad para impresionar y asustar a los enemigos en el campo de batalla. En las antiguas poblaciones británicas este método de intimidación fue utilizado por los guerreros que, al tatuarse la cara y cuerpos en preparación para la guerra, lograban desmoralizar e infundir temor a los enemigos.
• Las mafias japonesas (”yakuza”) utilizaban (y aun hoy lo hacen) tatuajes para marcar a sus miembros. Demuestran su valor soportando el doloroso proceso de hacerlos. Los diseños son muy amplios y representan seres sagrados y mitológicos.
• En las culturas precolombinas de América Central y del Norte tenían relación con la magia, la religión y las divinidades.
• En algunas épocas era un castigo o una señal de esclavitud. En otras, era un símbolo de poder y distinción. El tatuaje indicaba la dignidad de una persona.
• En ciertas tribus, entre los ritos de entrada en la vida adulta se incluían los tatuajes. A veces se iban añadiendo a lo largo de la vida hasta que cubrían casi toda la piel de la persona.
• El emperador Constantino, primer emperador cristiano de Roma, emitió un decreto en contra de la actividad del tatuaje.
• A pesar de esto, existen registros de que los guerreros religiosos de las Cruzadas se hacían tatuar crucifijos para asegurarse un entierro cristiano, también los peregrinos que iban a Jerusalén se hacían tatuar crucifijos para recordar su viaje y como presencia constante de su fe.
• Ha habido épocas en que eran exclusivos de gente “extraña” y supuestamente de bajo nivel o tal vez extravagante. En los años ochenta la cultura del tatuaje empezó a extenderse en el mundo del rock del heavy y del punk.
• Sin embargo desde hace un par de décadas, los tatuajes han ido ganando popularidad entre personas de todos los niveles sociales, de todas las edades y culturas. Existen concursos de diseños y han proliferado los negocios dedicados a realizarlos. Hoy, el tatuarse es parte de lo que se ha llamado “body art” o “arte corporal”, que incluye también el ‘’piercing'’.
2. Por qué se ve mal en las iglesias
La principal preocupación de los líderes de las iglesias y de los padres de familia es lo que podríamos llamar “culpa por asociación”; es decir, que al ver a alguien usando tatuajes o aretes, lo asocian con actitudes reprensibles o con cierta clase de personas:
• Se asocia con la rebeldía.
• Se asocia con los miembros de las maras y sus actitudes antisociales
• Hoy en día, los tatuajes más populares están relacionados con figuras oscuras, como demonios, serpientes o escorpiones, los cuales tienen un significado cultural común: glorifican la maldad.
�� Madonna
�� Alejandra Guzmán
�� Dennis Rodman
�� Allen Iverson
�� Eminem
• Ahora bien, tú dirás: “Pero yo no soy rebelde ni marero. Solamente quiero adornar mi cuerpo o expresar una idea”.